Carlota Boada: «Decidí dar un cambio radical a mi vida profesional»

sep 2019
Decidí dar un cambio radical a mi vida profesional
Carlota Boada apostó por abrir un centro Kumon. Hoy dirige su propia empresa y tiene 172 alumnos, tres asistentes y muchas ganas de seguir creciendo con Kumon.

Encontrar una carrera que sea tanto financiera como socialmente gratificante puede ser un desafío.  Carlota Boada, directora del centro Kumon Barcelona - Sant Pau, lo consiguió con Kumon. Tras 18 años ejerciendo como periodista, hace 7 años apostó por abrir su centro. Hoy dirige su propia empresa y tiene 172 alumnos, tres asistentes y muchas ganas de seguir creciendo con Kumon.

Convencida de los beneficios del método, fue además la orientadora de sus dos hijos, exalumnos de Kumon Matemáticas y Kumon Lectura. «Ser madre Kumon me ha ayudado a empatizar con los padres y a aconsejarlos mejor sobre cómo enfocar sus tareas en casa», comenta.

Un cambio radical

P: ¿Cuál fue tu motivación para abrir una franquicia Kumon?
R:
Decidí dar un cambio radical a mi vida profesional y, tras 18 años dedicados al periodismo, apostar por trabajar en lo que siempre me había gustado: la enseñanza. Kumon fue la oportunidad de poder formarme, trabajar con niños de todas las edades y crecer en esta faceta profesionalmente.

P: Cuéntanos brevemente tu andadura en Kumon.
R:
Empecé un mes de septiembre y desde entonces mi centro ha ido creciendo de forma progresiva. Actualmente trabajan conmigo tres asistentes. Han cambiado muchas cosas desde el inicio; el aspecto físico del aula, por ejemplo, pero sobre todo nuestras prioridades en cuanto al foco de la orientación diaria. La formación ha sido clave, también para que todo el equipo adquiriese herramientas de orientación cada vez más específicas. El objetivo es decidir qué necesita cada alumno según en qué punto del material se encuentra para desarrollar las capacidades que debe adquirir y que siga avanzando en su autonomía y autodidactismo.

P: ¿Cómo recuerdas los primeros años del centro?
R:
Recuerdo dos sentimientos contrapuestos. Por un lado, la inseguridad y el respeto de quien inicia una nueva etapa profesional y por otro lado, satisfacción personal y mucha ilusión para hacerlo lo mejor posible. A la vez, también veía muchas posibilidades de crecimiento personal y profesional.

P: ¿Cómo ves tus próximos años en el centro?
R:
Me imagino con más experiencia (espero) y conocimiento para apoyar de forma cada vez más eficaz a mis alumnos. También quiero tener más alumnos avanzados (trabajando por encima de su nivel escolar) con autoconfianza y estrategias para poder resolver los ejercicios por sí mismos.

Aprender de los niños

P: Cuéntanos, ¿qué es lo que hace que el método Kumon sea tan especial?
R:
La individualización por una parte y el material en sí por otra. Durante estos años de formación continua he descubierto que el material presenta todas las pistas necesarias para que los alumnos desarrollen el hábito de pensar, reflexionar y decidir la mejor solución, y eso les confiere autonomía para el trabajo y seguridad en sí mismos para todas las facetas de sus vidas.

P: ¿Cuál ha sido tu mejor momento en Kumon?
R:
Recuerdo con mucha ilusión y satisfacción personal cuando participé como ponente en el primer Congreso Nacional al que asistí, cuando llevaba poco tiempo en Kumon. Para mí fue una satisfacción personal haber llegado hasta allí y un reconocimiento al esfuerzo.

P: ¿Qué te han enseñado tus alumnos a lo largo de estos años?
R:
No dejan de enseñarnos y de sorprendernos. Lo que destacaría es que si te detienes a observar cómo resuelven el material (cómo resuelven un contenido concreto, dónde tienen dificultades o qué saben hacer y qué más pueden hacer), descubres su potencial y entonces aprendes también cómo desarrollar su aprendizaje. Si te fijas bien, ellos te muestran lo que necesitan de su orientador.

P: ¿Con qué te quedas de lo que les has enseñado tú?
R:
Con las caras de satisfacción de los alumnos cuando se dan cuenta que han conseguido un reto que creían muy difícil o irrealizable. Es increíble. Además, también da a los alumnos estrategias para pensar por sí mismos sin miedo al fracaso.

Un toque personal:

P: ¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Alguna afición, deporte o voluntariado que puedas comentarnos, o algún logro?
R:
Me gusta leer y también pintar. Participo en una comunidad de artistas que realizamos exposiciones y compartimos inquietudes artísticas.

P: Tus hijos, ¿hacen Kumon? Si es así, cuéntanos brevemente la experiencia de ser madre y orientadora de tus hijos.
R:
Hicieron Kumon los dos; matemáticas y lectura. Ahora son mayores. Ser madre Kumon me ha ayudado a empatizar con los padres y a aconsejarlos mejor sobre cómo enfocar sus tareas en casa.

P: ¿Algo que quieras añadir?
R:
Me satisface echar la vista atrás y ver todo lo que hemos cambiado desde que empezamos. Nunca se deja de aprender para enseñar mejor, y eso es un motor de motivación diario.

Hoy en día, muchos profesionales motivados que buscan un cambio de carrera gratificante se sienten atraídos por los roles empresariales, donde la libertad de tomar sus propias decisiones puede ofrecer nuevos desafíos y ayudarlos a hacer sus vidas más flexibles.

Si, como Carlota, deseas crecer profesionalmente con Kumon, contacta con nosotros.