Marta Ferro: «Conocí el método Kumon como madre y, al ver los resultados, decidí abrir mi centro»

mar 2022
Marta se sentía especialmente motivada por emprender con la empresa educativa más grande del mundo y poder abrir el primer centro en la Comunidad Valenciana.
Marta se sentía especialmente motivada por emprender con la empresa educativa más grande del mundo y poder abrir el primer centro en la Comunidad Valenciana.

Hace 20 años, la doctora Marta Ferro se enamoró del método Kumon al ver los resultados que había conseguido su hija mayor estudiando Kumon Matemáticas por correspondencia: «Cuando vi lo que conseguimos, decidí dejar mi trabajo de médico, formarme como orientadora y abrir el primer centro Kumon en Valencia». Hoy en día, el centro tiene más de 100 alumnos que desarrollan su potencial de aprendizaje con Kumon Matemáticas, Kumon Lectura y Kumon English.

«Siempre he dicho que mi herencia es su educación»

Como madre, Marta se siente sumamente satisfecha de haber dado a sus hijas la oportunidad de convertirse en personas competentes gracias al método Kumon:  «El camino no fue fácil, pero los beneficios son inmensos. Ahora disfruto a diario viendo la huella de Kumon en la vida profesional y personal de mis hijas, así como la gratitud que sienten porque su trabajo en Kumon les esté permitiendo cumplir sus sueños. Siempre he dicho que mi herencia es su educación; ha sido un gran privilegio haber ofrecido a mis hijas la oportunidad de hacer Kumon».

El objetivo del método Kumon es formar personas competentes y responsables que aprenden de forma personalizada gracias a la intervención de un orientador. En Kumon, el orientador hace un seguimiento exhaustivo y adapta el material didáctico a las necesidades reales y al ritmo de aprendizaje de cada alumno con el objetivo de guiarlo hacia el autodidactismo mientras adquiere destreza, seguridad y confianza en sí mismo sin perder la motivación por aprender.

«Mi camino en Kumon es la búsqueda constante de la excelencia»

Marta define Kumon como un método vivo porque está en constante evolución: «Mi camino en Kumon es la búsqueda constante de la excelencia, y eso hace que mi trabajo sea apasionante».

Marta recuerda sus primeros años con mucha ilusión porque se sentía especialmente motivada por emprender con la empresa educativa más grande del mundo y poder abrir el primer centro en la Comunidad Valenciana para ofrecer el método que tantos beneficios estaba brindando a su hija mayor. «Aprender del método para ofrecer lo mejor a mis alumnos y superarme cada día como orientadora es una constante en mi vida», nos cuenta.

«Para que un alumno sea brillante, primero tiene que creer que puede brillar»

Kumon es un método de aprendizaje bidireccional porque los orientadores observan y aprenden día a día de la forma de aprender de sus alumnos, y eso los ayuda a mejorar su manera de orientar a cada alumno individualmente.

Los 20 años de experiencia que tiene Marta como orientadora le permiten hacer esta reflexión: «Para que un alumno sea brillante, primero tiene que creer que puede brillar. Es mucho más eficaz mostrarle lo que hace bien que lo que hace mal. Lo que hace mal ya lo sabe, no le aportamos nada hablando de ello; lo que no sabe es lo que sí hace bien, y eso es precisamente lo que tiene que saber».

Kumon está lleno de momentos «ajá», que nosotros definimos como «aquellos en los que nuestros alumnos descubren cómo resolver un ejercicio fijándose en las pistas del material didáctico y prestando atención a su orientador». Por eso, Marta no duda en afirmar que sus mejores momentos son las sonrisas de satisfacción en las caras de sus alumnos por sus logros: «Constatar cómo crecen en seguridad y autoestima desde el primer día, especialmente en los alumnos que vienen con dificultades y malos resultados escolares, me llena de alegría, pues puedo ver que, en muy poco tiempo, empiezan a conseguir buenas notas y el reconocimiento de sus profesores del colegio».

«Kumon también me ha enseñado a no tener prejuicios porque los prejuicios se convierten en límites para el desarrollo del potencial de los alumnos», concluye la orientadora.

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